Hace unos fines de semana, estuve en Núevalos, un pequeño pueblo cerca de Calatayud (Zaragoza) 11 años que no lo pisaba, recorrimos sus calles y el paso del tiempo parece detenerse en esta zona, qué paz y tranquilidad.
Pero la maravilla de este pueblo está en sus afueras, el Parque Natural del Monasterio de Piedra. Un monasterio cisterciense en medio de un paraje único, de una frondosidad inusual en esta árida zona, gracias a las cascadas y saltos de agua que adornan y alimentan el río Piedra.
Estuvimos alojados en el monasterio, reconvertido en hotel, habitaciones espaciosas, con vistas preciosas al parque natural.
Recorrimos el parque; las diferentes cascadas, lagos, pero lo más espectacular es la gruta Iris, se desciende a ella por caminos labrados dentro de la propia roca, con aberturas que permiten admirar el paisaje. Y cuando llegas a bajo, estás por detrás de la cola de caballo, notas como el agua cae del techo de la cueva, repleta de estalactitas de formas diversas y impresionantes, porque la cueva es monumental con el techo muy alto, dentro harás increíbles fotos, pero lleva un trípode y equipo fotográfico que resista salpicaduras ( yo llevaba una lente que las resiste)
Sin duda repetirás!