Gracias a café Lavazza en colaboración con el local Café Mambo Ibiza, tuve la suerte de ganar un concurso #osolemio en instagram, cuyo premio era pasar un finde en la isla y cenar en el mítico Café Mambo ubicado en Sant Antoni de Portmany.
Llegamos con el vuelo procedente de Barcelona sobre las 10:30h, ha sido un viaje corto pero especial e intenso, porque nunca había estado en Ibiza y porque nunca había subido en avión.
A las 12h nuestro primer destino, el hotel donde nos alojaríamos gentileza de Lavazza, El Hotel Pacha de Ibiza desde el primer momento nos cautivó por su decoración minimalista, elegante, con predominio del blanco ( no en vano estamos el la “Isla Blanca”).
Una vez instalados nos fuimos a Santa Eulària (a 16 km al nordeste de Ibiza) y recorrimos su paseo a la orilla del mar. A 5 km al sur ( y dentro del municipio de Santa Eulària) llegamos a Cala Llonga, con una playa de arena fina, animada con actuaciones musicales en directo en el chiringuito. Pero yo me quedé prendado del muelle de madera y la forma de la cala y la intensidad del color del agua.
Un poco más al sur admiramos las vistas desde el acantilado de Sol d’en Serra.
Ya por la tarde antes de ir hacia Sant Antoni, recorrimos algunas carreteras para poder admirar la Isla de es Vedrà y un poco mas al norte la Isla de Sa Conillera.
Llegamos a Sant Antoni sobre las 18.45 aun quedaba un rato para anochecer, suficiente para hacer fotos del lugar, del Café Mambo, de su restaurante, con dj en directo, de sus gradas a pié de las rocas para poder admirar los atardeceres míticos de Ibiza. Mil detalles que captar en tan poco tiempo, un lugar mágico. No tuvimos un sunset muy espectacular, pero no por ello menos especial para nosotros.
Vimos anochecer disfrutando de parte de nuestro premio, la cena desde una mesa a primera linea, en la que era la noche de cierre del Café Mambo de la temporada 2014. En la carta todo tipo de delicias para probar, platos de cocina creativa, en combinación de otros más tradicionales de nuestra cocina mediterránea y otros mas internaciones para tener contento al amplio público que viene cada temporada a este local. Un placer para todos los sentidos.
Al día siguiente nos levantamos temprano, a las 7 para poder llegar al sur de la isla, a la playa de es Cavallet, al lado de Ses Salines, desde allí vimos amanecer, luego más alto el sol, fuimos a Ses Salines, una playa preciosa y muy cuidada, de arena de un color irreal, con todo lujo de prestaciones para una estancia perfecta. El sol subía, mientras admiraba las gaviotas, y yates anclados cerca de la orilla.
Después de desayunar en el hotel y hacer el chek out, dimos un paseo a pié por el puerto hasta llegar al faro de Botafoc, y poder pasear alrededor de él, admirar el mar y disfrutar del perfil de Dalt Vila ( casco antiguo de Ibiza).
El colofón del día y de nuestra estancia fue, perdernos por el casco antiguo, disfrutar de sus casas blancas, del recinto amurallado, de los cañones que defendían la antigua fortaleza y de las vistas a banda y banda de la ciudad, por un lado el puerto deportivo y el puerto comercial, por el otro como la costa y diferentes islotes que la decoran.
Ya tengo ganas de regresar, para recorrer con más calma todas sus calles y poder conocer las diferentes calas que muchos de vosotros me habéis recomendado.
Muchas gracias de nuevo a café Lavazza y Café Mambo Ibiza por permitirme disfrutar de un premio tan especial y difícil de olvidar.